El Aumento de la productividad en el trabajo es uno de los grandes retos de cualquier empresa, y de una manera muy especial la gran asignatura pendiente del tejido empresarial español.
Es indudable que la productividad depende más de una calidad de trabajo bien hecho, y no tanto de la cantidad, y es dentro de este aspecto de la calidad donde el tema de la gestión del tiempo jugará un papel central, ayudando a que las horas que dedicamos a nuestro trabajo tengan el mayor grado posible de eficacia.
En el caso de un empresario o de un trabajador autónomo va a ser esencial que sea el quien realmente maneje su empresa y que no sean las circunstancias quienes le manejen a él, ya que cuando la urgencia del momento reemplaza por sistema y en el día a día a la ruta que queremos dar a nuestra empresa, el destino de esta no puede nunca llegar a buen puerto.
Es frecuente encontrarnos con situaciones en donde el empresario se convierte en una especie de bombero “apagafuegos”, acudiendo por la mañana a su oficina con una idea o plan de trabajo que se va a ver frustrado por la primera llamada telefónica o correo electrónico que se reciba.
Me refiero a situaciones diversas como puedan ser la reclamación de un cliente o de un proveedor, una información que acaba de llegarnos de nuestro asesor fiscal, la explicación de una situación que nos hace saber nuestro informático, un cambio de horarios que nos quiere imponer la empresa que gestiona la limpieza de nuestra oficina,… o una infinidad de situaciones propias del acontecer cotidiano de nuestra vida profesional.
Situaciones todas ellas muy normales y lógicas, y que obviamente requieren que les demos una respuesta, pero lo que no es funcional para una empresa es que por querer dar respuesta a cualquiera de estas incidencias, nos olvidemos de la ruta que queremos seguir en nuestro proyecto empresarial. Es por ello, que decimos que el empresario deja de ejercer como tal, para pasar a convertirse en ese “bombero apagafuegos” que es víctima de lo primero que se le pone por delante.
Es necesario que deje de ser la urgencia del momento quien dirija nuestro quehacer cotidiano, y que tengan cada vez un mayor espacio en nuestras jornadas laborales un tipo de tareas que podríamos calificar como sumamente importantes pero que realmente no son urgentes, en el sentido de que no es indispensables hacerlas hoy, sino que podemos hacerlas mañana, o la semana que viene, o incluso el mes próximo, pero que si sistemáticamente las retrasamos, nuestro proyecto empresarial está avocado al fracaso.
Sería esto algo parecido a cuando uno quiere ascender a la cumbre de una montaña, lo más probable es que no podamos ascender en línea recta, que debamos esquivar barrancos, terrenos intransitables, diversos peligros que quizás nos hagan caminar una mayor distancia que lo que es la línea recta, pero lo realmente peligroso viene cuando en el momento en que estamos rodeando estos obstáculos resulta que nos identificamos tanto con ellos que llega un momento en el que nos olvidamos de hacia dónde queremos ir. Esto es precisamente lo que le ocurre al que llamamos “empresario apagafuegos”(ver también delegación de funciones), y es que mientras busca desesperadamente un arreglo momentáneo para el imprevisto que acaba de surgir, resulta que se olvida de hacia dónde quiere dirigir a su empresa..
Si realmente quieres dar una mayor eficacia y productividad a tu trabajo necesitas además de conocer bien lo que es tu sector laboral, gestionar oportunamente tú tiempo. En “DOS PASOS ADELANTE” no podemos ayudarte para lo primero, pero si podemos poner en tus manos claves prácticas y esenciales según cada caso en particular, para que el trabajo en lo que tu realmente conoces aumente su eficacia. Además obtendrás con ello un beneficio sobreañadido, y es que disfrutarás más de lo que haces.
En síntesis, estos serían los tres puntos clave que diferencian las distintas maneras de gestionar el tiempo
DEFICIENTE GESTIÓN DEL TIEMPO
– Las circunstancias me manejan
– Baja productividad
– Clima laboral tenso
EQUILIBRADA GESTIÓN DEL TIEMPO
– Tengo el timón de mi empresa
– Mejora la productividad
– Clima laboral constructivo